Del Evangelio de Lucas (Lc 1, 26-38)

26En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, 27a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. 28El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». 29Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. 30El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. 31Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; 33reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». 34Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco varón?». 35El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. 36También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, 37porque para Dios nada hay imposible». 38María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró. 

Es una gran alegría y un honor para nosotras estar aquí, hoy, 28 de diciembre de 2023, 80 años después de las primeras Promesas de las Guías de Italia. Fue Giuliana di Carpegna la primera en pronunciar su Promesa ante el P. Agostino Ruggi d'Aragona, y después, Lella, Maria Pia, Beatrice, Prisca, Monique, Orietta, Josette y Mita. Las primeras chicas de la Squadriglia Scoiattoli que, en manos de Giuliana di Carpegna, pronunciaron su Promesa. Este momento fundamental en la historia del Guidismo italiano tuvo lugar aquí mismo, en las Catacumbas de Priscila, en este lugar secreto, sobre las tumbas de los mártires, en las raíces del cristianismo. Aquella Promesa, mientras Roma estaba ocupada por los nazi-fascistas, representó un acto heroico de Resistencia, pero también un signo de renacimiento para la Italia que iba a ser liberada y refundada. La AGI nació también con ese compromiso: contribuir a la reconstrucción de un país destruido. En este lugar, oculto y poderoso por su significado, se sembró una semilla, pequeña como un grano de mostaza, que dio mucho fruto. A este grupo de chicas, el P. Agostino Ruggi d'Aragona les despertó la pasión por el escultismo, su fascinación, su poder como instrumento para anunciar el Reino de Dios. Eran ocho chicas valientes, con ideas claras y proyectadas hacia el futuro, que se unieron en el signo del trébol que las unía a miles de otras chicas en todo el mundo. Jóvenes conscientes y decididas a intervenir en la sociedad civil y en la Iglesia para traer el cambio, para construir un mundo mejor. El propio P. Agostino Ruggi d'Aragona declaró: «en un momento en que todos hablan de tiempos oscuros y de catástrofes, yo os hablaré de esperanza y de primavera. La vida, por fortuna y por designio de la Providencia, es más fuerte que nosotros y, en cierto modo, ¡vence a la muerte! Trabajamos con la convicción de extender el reino de Dios en las almas y esto basta para darnos valor y confianza». Fue una historia de seria preparación y formación para la vida, de redención y cambio, de presencia significativa en la realidad civil y eclesial. El nacimiento de la AGI, Asociación Scout, católica, femenina, en uno de los momentos más oscuros de nuestra historia, es algo extraordinario y profético porque, como dijo Lucina al Consejo General, «Priscila es la otra Val Codera». Así como en Val Codera se mantuvo viva la llama del escultismo, en Priscilla nació la esperanza de un futuro diferente». Un futuro que tuvo el sabor de la libertad, del protagonismo femenino, del valor de la democracia, de una nueva esperanza.

... Sentimos que debemos reafirmar, aún hoy, el respeto, el valor y la riqueza de la diversidad de género, de las experiencias vivas de democracia, del compromiso en los contextos más difíciles y por los oprimidos y empobrecidos del mundo. Ayer como hoy, nuestra Resistencia continúa y renovamos nuestra voluntad y nuestro compromiso de contribuir a la construcción de nuestro país.

...Renovar la Promesa significa reafirmar aquellos ideales y valores que hemos elegido «para siempre» en nuestras vidas y que se han convertido en una forma de vida, siempre dispuestos a ayudar a los demás en cualquier circunstancia.

(80 años de la fundación de AGI - 28 de diciembre de 1943-2023 Saludo de Jefa y Jefe Scouts Ceremonia de Renovación de Promesas Catacumbas de Priscila, jueves 28 de diciembre de 2023)

En las Catacumbas de Priscila nació la esperanza de un futuro diferente, la responsabilidad de quienes, como María, respondieron «¡Aquí estoy!».

Y nosotros... ¿estamos dispuestos a asumir la responsabilidad de nuestro «Aquí estoy» ante el Señor?

Invitamos a los que son Scouts a renovar su Promesa.

Los que no lo son pueden renovar su «Aquí estoy» en respuesta a una llamada, a la pertenencia a su asociación o a un compromiso que deseen asumir y perseguir.