La estatua del así llamado Pasquino representa un torso mutilado perteneciente a un grupo de mármol que representa a Menelao con el cuerpo de Patroclo de principios del periodo helenístico (siglo III a.C.).
Al parecer, la estatua, hallada en 1501 tras unas excavaciones, adornaba originalmente el Estadio de Domiciano, actual plaza Navona, y fue colocada en su emplazamiento actual por el cardenal Oliviero Carafa ese mismo año.
Pasquino es la estatua parlante más famosa de Roma, que a lo largo de los siglos se ha convertido en una figura característica de la ciudad y en expresión del poder de la palabra del pueblo. De hecho, a los pies de la estatua, pero más a menudo alrededor de su cuello, se colgaban carteles con versos satíricos cuya finalidad era burlarse de importantes personajes públicos. Representan las así llamadas pasquinadas que expresaban el descontento popular con el poder y la arrogancia de sus representantes.
Cada mañana, los guardias retiraban las hojas, pero siempre después de que el pueblo las hubiera leído. En poco tiempo, la estatua de Pasquino se convirtió en fuente de preocupación, y paralelamente de irritación, para los poderosos a los que iban dirigidas las pasquinadas, en primer lugar los papas. En tiempos modernos se ha convertido en lugar de stornelli (canciones populares) y dedicatorias. Ya no se pueden dejar al cuello del pasquino, pero se ha creado un tablón de anuncios dedicado.
De la Carta de san Pablo a los Filipenses (Fil 4, 4-9)
4Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. 5Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. 6Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y en la súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. 7Y la paz de Dios, que supera todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 8Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta. 9Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis, visteis en mí, ponedlo por obra. Y el Dios de la paz estará con vosotros.
En muchos momentos el Padre Bueno de la Escritura nos invita a alegrarnos y a no temer, a ser espontáneos como niños para apreciar la esencia de las cosas.
Todo es Don, todo puede ser Gracia si sabemos acogerlo.
¿Cuántas veces logramos vislumbrar la sonrisa de Jesús en nuestra vida cotidiana?
¿Con qué frecuencia llevamos esa sonrisa a los que encontramos?
Escribid un poema/composición/soneto de al menos 6 versos, en rima, incluso no gemela, para contar la alegría de ser peregrinos de la esperanza, hoy, aquí y en los territorios de origen...
Dale el poema a la primera persona, que no sea de tu grupo, con cuya mirada te encuentres y que te sonría (explícale también lo que estamos haciendo, ¡si no se reirá de nosotros!)
A la luz de lo leído, vivido, reflexionado, compartido... insertad aquí palabras que resuman la experiencia.
Un viaje que sabe peregrinar al Jubileo de los Jóvenes, del 28 de julio al 3 de agosto de 2025, con un rico programa y una experiencia propuesta por la Branca R/S para todos los jóvenes y sus comunidades: Huellas de esperanza.
¡traccedisperanza.agesci.it a disposición de todos, nacidos en el año jubilar!