La Basílica de los Santos Silvestre y Martín ai Monti es de origen muy antiguo, ante todo un titulus (el titulus Equitii) donde se reunían los primeros cristianos a partir del siglo II d.C.
La más antigua de las iglesias de este lugar fue fundada por San Silvestre, que se convirtió en Papa en 314, el año siguiente al Edicto de Milán de Constantino, que permitía a los cristianos la libertad de culto en el imperio.
En esta iglesia se proclamaron las decisiones del Concilio de Nicea de 325 en presencia de Constantino.
Fue reconstruida hacia el año 500 y dedicada a San Silvestre y San Martín de Tours, y reconstruida de nuevo en el siglo IX.
Bajo la iglesia se encuentran los restos de la casa de Equitius, la primera iglesia doméstica.
En la cripta, un mosaico del siglo VI representa al Papa Silvestre.
De los Hechos de los Apóstoles (Hch 2, 41-47)
41Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas. 42Y perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. 43Todo el mundo estaba impresionado y los apóstoles hacían muchos prodigios y signos. 44Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común; 45vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno. 46Con perseverancia acudían a diario al templo con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón; 47alababan a Dios y eran bien vistos de todo el pueblo; y día tras día el Señor iba agregando a los que se iban salvando.
Queremos comprometernos en primera persona;
queremos comprometernos con nuestras comunidades
queremos pedir a toda la Asociación que se comprometa.
Creemos en el valor de la democracia y nos sentimos llamados a vivir cada experiencia de representación con un estilo de servicio.
Elegimos caminar junto a todos aquellos que, en nuestros territorios, desean contribuir al bien común.
Nos comprometemos a profundizar en el conocimiento de nosotros mismos, también para entablar un diálogo constructivo con los demás, a adquirir instrumentos y competencias para poder acogernos mutuamente y valorar nuestras diferencias recíprocas; a crear nosotros mismos ocasiones de confrontación.
Nos comprometemos a construir relaciones de proximidad con las personas que habitan nuestros territorios, compartiendo espacios y experiencias, con especial atención a ser portavoces de las necesidades de los últimos.
Nos comprometemos a colaborar con otros (comunidades, asociaciones, grupos parroquiales, consejos, escuelas, universidades, instituciones, etc.), a crear redes de relaciones que se mantengan y se mantengan en el tiempo, y a ser una parte cada vez más activa y proactiva de las redes sociales y eclesiales.
Nos comprometemos a construir comunidades abiertas e interconectadas en nuestros territorios, trabajando juntos por un objetivo común, de acuerdo con las peculiaridades específicas de cada uno.
Nos comprometemos a encontrar lugares en nuestros territorios que puedan experimentarse como espacios compartidos, donde las personas puedan encontrarse, experimentarse mutuamente y superar prejuicios. Nos comprometemos a promover la construcción de estos espacios allí donde sean insuficientes.
Nos comprometemos a caminar juntos con personas de distintas creencias, para experimentar el conocimiento y la aceptación recíprocos.
Nos comprometemos a implicarnos en eventos nacionales e internacionales, en ocasiones de intercambio y confrontación entre comunidades scouts y entre individuos, para descubrir y vivir la fraternidad scout.
Nos comprometemos a vivir el escultismo como una «casa abierta», sin muros que impidan el encuentro con el otro. Nos comprometemos a compartir espacios e iniciativas con quienes quieran caminar con nosotros, aunque sólo sea un trecho.
Nos comprometemos en nuestras comunidades a experimentar flexibilidad en nuestras acciones y hábitos, para poder hacer frente a los cambios.
Nos comprometemos a crear espacios de confrontación en los que muchachas y muchachos, jefas y jefes puedan construir un pensamiento común.
Comunidades abiertas. Para construir juntos el futuro.
Documento aprobado por el Consejo General de AGESCI 2022
¿A qué os comprometéis?
¿Estáis cumpliendo vuestro compromiso con el Bien Común?
¿Y estáis cumpliendo vuestro compromiso con el Bien Común?
En esta peregrinación de esperanza, ¿elegimos aprender a estar preparados, elegimos reparar, elegimos acoger la corrección, elegimos esforzarnos por alcanzar la perfección... para ser como el Maestro?
Entonces debemos enriquecernos con un compromiso renovado con el Bien Común, con la construcción del Reino.
¡Consejos para el compromiso!
¿Perseveramos en la enseñanza de los apóstoles y en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones?
¿Sabemos estar juntos y compartir todo en común?
¿Sabemos quitar de nosotros mismos para dar, por el Espíritu?
¿Sabemos comer con sencillez y sobriedad, alabando a Dios?
¿Cómo madura tu compromiso por la construcción del Reino?
¿Tienes el coraje de los primeros cristianos?
Vuestro compromiso, centinelas y caminantes, puede generar el compromiso de otros.
¿Estás dispuesto a compartir tu renovado compromiso cristiano con tu comunidad?
A la luz de lo leído, vivido, reflexionado, compartido... insertad aquí palabras que resuman la experiencia.
Un viaje que sabe peregrinar al Jubileo de los Jóvenes, del 28 de julio al 3 de agosto de 2025, con un rico programa y una experiencia propuesta por la Branca R/S para todos los jóvenes y sus comunidades: Huellas de esperanza.
¡traccedisperanza.agesci.it a disposición de todos, nacidos en el año jubilar!